Desde finales de 2009, Venezuela ha sufrido una profunda crisis energética que obligó al gobierno a aplicar el racionamiento eléctrico en todo el territorio venezolano, excepto en la capital, Caracas, donde se aplicó un programa de ahorro energético con penalizaciones. El detonante de esta crisis fue una profunda sequía ocasionada por el fenómeno climático de El Niño, que afectó a los embalses del sistema hidroeléctrico del país.53 Chávez también responsabilizó a la población por la disparidad entre la oferta y la demanda eléctrica, acusándolos de «derrochar» energía.54 55 Por su parte, la oposición venezolana responsabilizó al gobierno de Chávez por la crisis, acusándolo de no haber realizado las inversiones necesarias para seguir el ritmo de crecimiento de consumo eléctrico del país,56 así como de haber descuidado la infraestructura eléctrica.57
Chávez anunció que en el 2010 se instalarían plantas eléctricas con una capacidad de generación total de 6 GW, aunque posteriormente la meta fue reducida a 1.45 GW, con el objetivo de resolver el problema de déficit eléctrico definitivamente.58 59 El 10 de junio, el racionamiento eléctrico fue suspendido debido a la recuperación de los embalses por el inicio de la temporada de lluvias, y para no interrumpir la transmisión de la Copa Mundial de Fútbol de 2010.60 De todas maneras, la crisis eléctrica no ha concluído, aunque de acuerdo al gobierno de Chávez, «ya pasó lo peor».61 La crisis eléctrica fue uno de los factores que contribuyó en la caída del PIB venezolano de 5.8%, en el primer trimestre de 2010